Aplicar los Principios de la Permacultura a mi Dieta

En una entrada anterior apliqué 3 Principios de Permacultura a mi dieta, como parte de una serie de publicaciones sobre La Salud Integral que estoy esperando escribir. Hoy quiero ver algunos principios más.

Obtén un Rendimiento

Multi-funciona y cultiva tu propia comida

“No se puede trabajar con el estómago vacío” dice la descripción de este principio en la página web de David Holmgren. Hoy en día, creo que tenemos que ir más allá del simple hecho de alimentarnos, de comer. Observar las cantidades de nutrientes que están en los alimentos que consumimos, conocer y entender de las colonias de bacterias que efectivamente están presentes en nuestro estómago y sistema digestivo, nos dará una buena indicación de si realmente “Obtenemos un Rendimiento” al realizar el simple acto de “comer”. Los alimentos “vacíos” posiblemente nos traerán “Residuos”, basurillas super procesados, que quizás son el opuesto del rendimiento que buscamos en cada diseño de permacultura. 

Cada vez hay más información sobre el microbioma y su importancia en nuestra salud general (sí, también mental y emocional, hablan de nuestro “segundo cerebro”). Así que si tenemos que cubrir nuestra necesidad básica de sustento alimenticio, más vale que aprovechemos la oportunidad de multifuncionar y lo hagamos correctamente en más que un solo sentido. En la actividad diária de “tener que” comer (en el solo elemento) podemos apilar las siguientes funciones:

  • Equilibra los “malotes” de tu microbioma y repoblalo con otros microorganismos “buenacos” siguiendo una dieta equilibrada basada en alimentos integrales orgánicos (¡regenera tu suelo!) para conseguir una nutrición verdadera y unos niveles óptimos de salud y energía. Entiende sobre los prebióticos y probióticos (especialmente para contrarrestar el uso de antibióticos cuando estos últimos son necesarios) y deshazte del azúcar refinado.
  • Regalate un tiempo al aire libre, cultivando gran parte de esa dieta recomendada, nutritiva, de alimentos integrales orgánicos y regenerativos. Te dará: 
  • un impulso mental: tiempo para bajar la velocidad y conectar con la naturaleza; se ha demostrado que la conexión con las bacterias buenas del suelo previene y ayuda en casos de depresión y ansiedad, en jardines comunitarios obtienes una conexión humana también…
  • un impulso físico: aire fresco, “agro-fitness” (¡estáte atento a tus posturas!), toma de tierra…
  • una mayor conciencia de los ciclos naturales lo que ayuda mucho en el diseño de una Dieta Integral. Las plantas anuales son geniales, pero como en la naturaleza misma, vemos que más durabilidad (y nutrientes) tienen las plantas perennes y los productos de jardines forestales. Encima necesitarán menos mantenimiento, así que obtendrás el rendimiento añadido de tener más tiempo para la contemplación y meditación, o para pasarlo con tus seres queridos. 

Los carbohidratos son necesarios, así que piensa en lo que vas a comer para reemplazar los cereales en tu dieta, al no ser que vives en un territorio donde tradicionalmente cultivan arroz. Muchos de los cereales viajan muchos kilómetros y su cultivo no es de lo más respetuoso con el medio (a menudo monocultivos, trabajados con maquinaria grande). El trigo también es la planta que más especies ha desplazado en la historia de la humanidad, más invasiva podríamos decir. Los Romanos extendieron el trigo por todo su emporio para darles de comer a los ciudadanos de la ciudad de Roma. En España fue así desplazado el Quercus Ilex (la dieta de la bellota!) para cultivar trigo, aceitunas y viña.  ¡Colonizaron la dieta cultural de nuestra zona!

No es sólo que el gluten se esté convirtiendo en un problema para la Salud Humana (el hecho real de que la planta está evolucionando para hacerse más “tóxica” (se está auto-protegiendo con más antinutrientes en la cáscara, para disuadir a las plagas y los ataques de herbicidas, los años de abuso del RoundUp y similares), también está el hecho de que su (mono-) cultivo está entre los cultivos que más suelen dañar a la capa de suelo fértil tán necesaria para nuestro sustento y al medio ambiente en general. 

¿Se puede comer arroz en tu zona? ¿Patatas? ¿Batatas o Boniatos? ¿Ñameras? ¿Lentejas o garbanzos? ¿Algún proyecto regenerativo de carbohidratos cerca? Si vives en un apartamento, quizás puedes cultivar un pequeño jardín de hierbas aromáticas en el alféizar de la ventana o puedes germinar algunas semillas o frutos secos, ¡todo lo que sea verde reforzará tu sistema inmunológico!

Tener un acceso seguro a alimentos saludables es una parte necesaria de tu plan de resiliencia. De ahí las palabras de Bill Mollison:

Así que… Obtén ese Rendimiento y apila funciones: tiempo al aire libre y ejercicio, conexión con la naturaleza y la gente, nutrición verdadera y niveles óptimos de energía, un nivel más alto de resiliencia frente los varios escenarios del futuro (climáticos, económicos, políticos…), hasta podrías vender lo que te sobra, así que un ingreso financiero o un montón de capital social también puede ser generado, por el solo hecho de… ¡tener que comer!

Deja de Producir Residuos

Usa el animal entero

Teníamos un fantástico restaurante cerca de casa en Port de Pollença, Terrae. Tienen carne de pasto (vaca regenerativa) en el menú, pero no pueden decir qué corte tendrás en tu plato. Compran el animal entero cuando se sacrifica y preparan lo que está a mano cuando abren la puerta del congelador, ¡siempre delicioso! ¡Nada de escoger y tener sólo filetes! Porque en su filosofía, y muy alineado con el principio “Deja de producir Residuos”, eso sería un desperdicio y una falta de respeto al animal (por favor, no nos faltemos el respeto en la conversación sobre el tema de comer carne o no). ¡Cada vez que podamos, vamos a comer en Terrae y saludamos al chef, David!

Hay algunos ejemplos de aplicación de este principio en el sitio web de David Holmgren, lo que a nosotros nos gustaría señalar en particular, bajo este principio, es el uso de los huesos. El caldo de huesos es un fantástico superalimento pero los huesos a menudo se tiran. ¿Tú también tenías una abuela que ponía un hueso en la sopa? ¿Y tenía esa sopa de esas burbujas grasientas en la superficie? ¡Pues eso es lo bueno, super nutritivo!

El caldo de huesos refuerza la inmunidad, detiene la inflamación, reduce los síntomas del resfriado común y la bronquitis, ayuda a la pérdida de peso y a la hidratación, la gelatina es antienvejecimiento y protectora de las células, además de que también ayuda a regular la producción de ácido del estómago y hay muchos más beneficios, aparte de que no se nota mucho en el bolsillo.

El caldo de huesos es muy barato de hacer, se utiliza un producto de “desecho” y es bueno para ti. Así que si te apetece probarlo, busca a tu proveedor local de carne regenerativo en este mapa de la asociación Agricultura Regenerativa Ibérica (si estás en España), y encima estarás apoyando a tu economía local, aumentando así tu resiliencia local (¡hagamos todo lo que podamos para que esos agricultores locales no se rindan y desaparezcan!). ¡Que aproveches!

Usa y Responde Creativamente al Cambio

Come según la estación del año, aunque el clima cambie

El sitio de David Holmgren habla del “cambio inevitable”. No hay duda de que se avecina… y puede que encuentres consuelo en el enfoque de la Adaptación Profunda (movimiento global basado en un informe de Jem Bendell que indica que ya no existe la posibilidad de mitigar el cambio climático). Pero si queremos mantenernos con el foco en el día a día aquí y ahora, también podemos observar los cambios inevitables naturales durante el ciclo de un año; desde la primavera hasta el verano, pasando por el otoño y el invierno. Las plantas crecen y mueren, otras ocupan su lugar.

Si miramos a nuestro alrededor, ¡a menudo tenemos algo que comer ahí mismo! Tal vez sea prudente adquirir destreza y aprender sobre “la comida que pisamos” (tomado de un promotor de la desobediencia, Josep Pamies, y su asociación “Dulce Revolución“) cada día.

Aquí cerca de Can Cel tenemos setas, castañas, bayas, ensaladas silvestres de todo tipo, romero y tomillo, flores, tupinambos, hinojo, espárragos, acelgas silvestres, ajo silvestre, borrajas, incluso puedes mordisquear agujas jóvenes de pino para obtener vitamina C… todo cambia con las estaciones. Un cocinero creativo puede hacer magia y poner en la mesa unos platos preciosos. Y, de nuevo, ¡excelente ahorro para la economía doméstica!

Comprueba si hay algún taller en tu zona o utiliza la base de datos Plants for a Future (plantas para un futuro) para conocer la clasificación de comestibilidad de la planta, un gran recurso, ¡y es gratis! (aunque estaría muy bien apoyar la causa con alguna donación si pudieras). Pero no es demás tomar algunas precauciones, la Fundación David Suzuki tiene una lista de recomendaciones. Aquí te la hemos traducido del Inglés: 

Consejos para forrajear alimentos: 

  • ¿Sabes lo suficiente sobre la planta para recolectarla? Evita las plantas venenosas: incluso los forrajeadores experimentados pueden equivocarse. Compra una guía de identificación para ayudarte a comprobar tres veces las especies de plantas u hongos que encuentres, pero si estás empezando asegúrate de ir con un experto. Si no estás seguro, no lo comas.
  • No te lleves plantas en peligro de extinción. Comprobar siempre antes de recolectar.
  • Recoge sólo lo que necesites.
  • Obedece la señalización. Recoge lejos de los parques y reservas naturales. Es ilegal recolectar en algunos parques. Te pueden multar.
  • Ten cuidado con las zonas rociadas con pesticidas o herbicidas. Si forrajeras en zanjas, por ejemplo, fíjate en los signos de fumigación (vegetación marrón) o llama al ayuntamiento para comprobarlo.
  • Obedece las señales de los senderos, pisa con cuidado e intenta no pisotear las zonas naturales.
  • Infórmate sobre las huellas de los animales, los excrementos y otras señales para saber quién más podría estar forrajeando en la zona.
  • Apúntate a un taller y aprende de los expertos.
  • Para aumentar las posibilidades de ver animales salvajes en su hábitat natural, deje al perro en casa.
  • Empieza a buscar comida en tu jardín. ¿Sabías que las hojas de diente de león te ofrecen una excelente ensalada?
  • Cuidado con entrar en una propiedad privada. ¿No estás seguro? Consulta un mapa municipal o pregunta directamente al propietario. (¿Tal vez dar las gracias con una tarta de arándanos silvestres?)
  • Infórmate sobre la recolección con consentimiento. Observa si tu relación con la tierra es recíproca. De las gracias. Algunas de las enseñanzas de las Primeras Naciones que puedes encontrar incluyen comprobar tus intenciones, cosechar a la luz del día, venir con buenos sentimientos, hablar en voz alta a la planta y pedir permiso. ¿Tienes curiosidad? Infórmate sobre el territorio en el que te encuentras y no dudes en ponerte en contacto con una tribu local o asistir a un taller con un elder.

En cuanto al cambio climático… quizá quieras prepararte y observar los climas más cálidos cerca de ti, observa qué es lo que tienen de vegetación y fauna salvaje comestibles… ¡y empieza a comer higos chumbos o pithayas, por ejemplo! Creativamente… reaccionando a todo tipo de cambios inevitables, podemos darnos con Soluciones mucho más ingeniosas. ¡Se convierte en una segunda naturaleza cuando entrenamos el músculo!

Lecturas recomendadas

Solo somos mitad humanos, algo más de la mitad de los organismos que forman nuestro cuerpo son… microbios! El microbioma humano es uno de nuestros sistemas, algunas fuentes ya lo han nombrado otro organo, y en varias lo llaman nuestro “segundo cerebro”. ¿Lo quieres conocer mejor? Recomendamos el libro Es la Microbiota Idiota o este artículo para empezar a adentrarte en el mundo de “los bichos” que llevamos dentro, encima… : Microbioma: el ‘nuevo órgano’ del cuerpo humano que compartimos con la mayoría de seres (eldiario.es)

Microbios antidepresivos en la tierra! – El Brote Urbano

Beber caldo de huesos: ¿es benéfico o solamente es una moda? – Centro de Estudios en Nutrición (nutritionstudies.org)

Unas palabras de caución para acabar; si observas que tu cuerpo reaccione raro (para ti) a algún cambio que le das a tu dieta, recomendamos que busques una persona experta en la Salud a tu alrededor para poder acompañarte. Nosotros tenemos la experiencia hecha con el acompañamiento y preparación de un protocolo personalizado para disminuir la candida de la mano de una enfermera, Carmen Dana, experta en Psiconeuroinmunoendocrinología (PNIE): un nuevo paradigma (neuro-class.com) 

Y bueno, con esto, de momento, nos despedimos. ¡Salud! 

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